Un gran remedio casero para mantener nuestros talones suaves consiste en calentar nuestros pies con agua caliente, antes de dormir, durante un periodo de aproximadamente un cuarto de hora y después rascar con una piedra pómez.

Otro método que podemos utilizar es el baño de miel. Se mezcla agua tibia con miel y nos remojamos los piel en ella durante aproximadamente media hora. De la misma manera que lo hacemos en el remedio anterior, rascamos con una piedra pómez y después secamos bien los pies con una toalla.
La manteca de cacao es un producto conocido por sus propiedades hidratantes para nuestra piel. Aplicándola a nuestros talones, ayudará a hidratarlos.
El aceite de coco, además de las propiedades hidratantes que tiene la manteca de cacao, es un producto considerado casi como milagroso por su capacidad para eliminar las células muertas y fortalecer los tejidos de la piel.
Por último, un remedio que podemos utilizar para los talones resecos y agrietados, es realizar una pasta de aguacate y plátano que podemos obtener triturando ambos productos y aplicar dicha pasta sobre nuestros pies durante un periodo aproximado de media hora, aplicando un recubrimiento de plástico fino.
Aplicando estos remedios sus pies deberían mostrarse suaves e hidratados, aunque si el problema persiste es conveniente acudir a un especialista que le pueda comentar su problema de una manera más específica.
0 comentarios:
Publicar un comentario